"Esta historia de la mili la podría contar Gregorio Campos, atecano que hizo la mili conmigo y seguro que no la ha olvidado".

LOS QUE LUCHAMOS CONTRA LA DICTADURA FRANQUISTA NOS JUGÁBAMOS LA CARRERA, EL ESTAR EN LA CÁRCEL , LA TORTURA ,E INCLUSO LA VIDA. BUSCÁBAMOS LA LIBERTAD , LA JUSTICIA , LA IGUALDAD . EL SACAR A ESPAÑA DEL RETRASO HISTÓRICO Y LLEGAR A LA DEMOCRACIA.


Como ya dije hice la oposición a profesor en el País Vasco, después de acabar la mili. Hice muy tarde la mili porque había pedido prorrogas por estudios, y entonces era el mayor del cuartel de Tudela.
Después del Campamento en Gamarra - Vitoria corría el año 1976, antes de la aprobación de la Constitución de 1978. La convulsión en España era grande, asesinatos terroristas, de abogados laboralistas en Madrid, manifestaciones y negociaciones de la Plataforma Democrática y de la Junta Democrática de España para saber si habría ruptura o transición democrática, y también cuándo se legalizarían todos los partidos políticos.

Mi partido el PTE (Partido del Trabajo de España), en la clandestinidad me había dicho que teníamos relación con la U.E.M.D ( Unión Española de Militares Demócratas) pero que sólo recurrirían a mi como soldado, para luchar contra el Ejército si este se utilizara para reprimir al pueblo e impedir la llegada de la democracia. En ese momento recibiría órdenes del PTE, y si no yo mismo tomaría medidas de fuerza dentro del cuartel si fuera necesario para impedir la represión del pueblo.

Me asusté el día de la legalización del Partido Comunista, al ver a todos los Suboficiales reunidos en el patio y en conversación muy acalorada, se echaban constantemente mano a la pistola. Por la tarde trajeron unos vehículos , en los que entrábamos unos 8 o 10 , y nos tuvieron durante horas subiendo y bajando armados de los mismos, preparándonos para una posible acción de represión al pueblo.

Este asunto de la legalización del PCE se pasó, pero lo realmente relevante y peligroso durante mi mili fue un plante de comida extraordinariamente ingenuo y temerario.
Los compañeros del cuartel habían trabajado muchas horas limpiando por que venía un General de inspección. Yo que era el único Cabo del cuartel , tenía que dar las novedades y recibirlo. Una vez llegó el General , al rato me llamaron que subiera al comedor, y allí me encontré a todos los soldados que se negaban a comer, y al Subteniente Ortega en un estado de excitación. Y todo el mundo cabeza baja y un silencio que “se cortaba”.

Se atrevió un compañero a levantarse y decirle que aquella comida era mala para después de toda una semana de trabajos y sin salidas de paseo . El subteniente que era del SIN (Servicios secretos dentro del mismo Ejército) por poco saca la pistola.
Llego el Capitán y todo el mundo a comer , después de explicar la gravedad del hecho estábamos todos arrestados. El grupo que propuso el plante de comida (compañeros extremadamente ingenuos políticamente, puesto que yo sabía que una cosa así, y en un cuartel tan pequeño no debería hacerse nunca) pidió disculpas al Capitán, y curiosamente sólo me llamaron a oficinas a mí.

El Sargento de oficinas (también del SIN) y el Subteniente Ortega me interrogaron. Más tarde terció el Capitán, y me dijo que tal vez tenía razón y que no salió de mí instigar a los soldados para el plante de comida. Pero que de mí era del único que tenía informes de mi actividad política en la Universidad contra el gobierno anterior ( se refería al franquismo ). Me dijo que no daría parte, pues de lo contrario me harían un Consejo de Guerra, y pasaría varios años en un Castillo militar. Pero que de quedarme sin ir a paradas (llevar a los caballos a cubrir yeguas) nada, y que me preparara porque al día siguiente salía a la Parada de Logroño. (Era de los únicos soldados que no salía a paradas, me quedaba como responsable del Economato).

En Logroño me tuvieron a trabajos forzados, y a dormir en la paja de la cuadra. Había un soldado que colaboraba con el Subteniente para hacerme la vida imposible, y al que yo siendo cabo debía obedecer en todo (me hacía sacar la paja mojada por los caballos al mear y volverla a entrar una vez seca, etc, etc).
A los pocos días de dormir en las cuadras en la paja , me salió un sarpullido por todo el cuerpo , me mandaron al cuartel grande de Logroño y el médico me dijo que no durmiera en la paja , que me diera dos duchas al día, me aplicara unas cremas y tomara unos medicamentos. Y así todos los días dos veces, iba a ese cuartel a ducharme , con lo que entablé amistad con un Sargento de milicias que era médico.

Le conté la historia, como me acusaron sin razón, por que “la policia político social “les pasaba a los ejércitos la relación de opositores al régimen". Cuando le conté que el instrumento de hacerme la vida imposible era el soldado que está conmigo en la parada ( un campesino de Lérida analfabeto ). Íbamos alternativamente a por la comida al cuartel uno y otro, al día siguiente le tocaba ir a por la comida al soldado a ese cuartel , lo metiron en el cuarto de guardia y le pegaron una paliza descomunal . Al llegar a la parada me pidió disculpas y me dijo que eran órdenes del Subteniente , pero que no volvería a acosarme nunca más .

A la vuelta a Tudela desde las paradas , por iniciativa de uno de los de mi remplazo que era de Zaragoza, y que tenía una tienda de casetes en el Tubo, con otros compañeros le metieron una tunda de palos al leridano, y quedó aislado por el resto de la mili.

Al llegar el momento de la licencia , me comentó un amigo catalán que estaba en oficinas, que soy el único que no me licencio con mi remplazo y así me lo comunicaron. Pero ocurrió algo, mi remplazo dio una cena al Capitán el día anterior al licenciamiento, y le pidieron que me dejara licenciarme con todos , y lograron que me licenciara pero por la noche , mientras que mis compañeros fueron saliendo todos del cuartel hasta el medio día.

Todos los percances (trabajos forzados) que tuve durante la mili fueron por estar fichado como luchador anti-franquista antes de mi llegada a la mili, no porque yo fuera responsable de una acción política de plante de comidas en el Cuartel de Tudela.