GRACIAS A LA ACTUACIÓN DE CUATRO POLICIAS NACIONALES Y CUATRO POLICIAS LOCALES,EL GUARDA JURADO POR ORDEN DE DOS MIEMBROS DEL CABILDO CATEDRALICIO DE "LA BASILICA DEL PILAR" NO ME PUDO ECHAR DE LA CASA DEL PADRE POR MIEDO A LA PRESENCIA DE LOS AGENTES.


GRACIAS A LA ACTUACIÓN DE CUATRO POLICIAS NACIONALES Y CUATRO POLICIAS LOCALES,EL GUARDA JURADO POR ORDEN DE DOS MIEMBROS DEL CABILDO CATEDRALICIO DE "LA BASILICA DEL PILAR" NO ME PUDO ECHAR DE LA CASA DEL PADRE POR MIEDO A LA PRESENCIA DE LOS AGENTES.




LOS HECHOS OCURRIDOS:


El día 1 de Diciembre del año 2013. Llego al Pilar a las seis menos veinte de la tarde, estoy unos minutos en el Camerin de la Virgen y paso a entrar en el Altar Mayor porque se acaban de abrir las vallas de madera, circulan a mí lado mas de un centenar de personas orientales que como yo, cuando se abre la verja se encaminan a continuar su recorrido turístico, una mujer oriental joven que va en primer lugar cerca de mí ve como en ese momento salen muchos fieles a tomar la comunión en el Altar Mayor, ella que ve eso, trata de colarse entre las tres filas horizontales de católicos que esperan la comunión, se ríe mucho mirando hacía atrás al centenar de orientales porque cree que se ha podido colar sin ningún problema. Está claro que no sabe que al ir a recibir la Comunión, ningún católico va a poner ningún problema para que cualquier otro, pueda pasar delante.

Reparten la comunión el Sacerdote y dos Seglares, en la parte en la que yo estoy, es un Seglar muy mayor el que acaba de dar el Cuerpo de Cristo a la oriental, ella lo coge como si fuera un trofeo, se vuelve hacia la excursión de orientales y bailotea con la “Forma” en sus manos. El resto de orientales avanzan rápidamente a comulgar y yo que estoy allí, emito un siseo potente y con la mano les oriento a que se echen atrás, les indico con el dedo que no es posible, este centenar de orientales se detienen y ya no se atreven a pasar a comulgar, la oriental que ya tiene su forma metida en el monedero vuelve otra vez a recibir la Comunión, en esta ocasión si que se da cuenta el Seglar, ve que la mete en el monedero y le dice que no, se paraliza la Comunión, durante dos o tres minutos hasta que la convence para que tome la “Forma” en la boca, la oriental se negaba seguramente por problemas de higiene o por lo que fuera. Después todo el grupo de orientales continua su recorrido turístico.

Terminada esta misa yo que pretendía acudir a la misa de seis es decir a la misa siguiente, entro en la Sacristía detrás del Sacerdote Celebrante y de varios Seglares que le acompañan. Quería informar una vez mas al sacristán que había abierto la verja de madera y que vio, como yo, todo el proceso, el Sacristán “y que se niega a ver”, se esconde en la Sacristía,

................(tiene la orden de abrir las verjas en el instante de la comunión para que los turistas vallan a comer el pan ácimo consagrado como si fuera un elemento turístico importante. En mas de tres ocasiones le había pedido al Sacristán que abriera las verjas tres minutos mas tarde ,pues es el tiempo que se tarda en dar de comulgar a todos los católicos. Siempre me decía que tenía orden de hacerlo así, e igualmente yo, siempre le pedía el nombre del Canónigo que le daba la orden para poder hablar con él y siempre se negaba. El sacristán sabía que hacía un año, yo le había llevado un escrito para el Dean, y que tambien lo había mandado por Internet al Arzobispo y al resto de la Iglesia de Zaragoza 6 meses antes)............................


En la sacristía le digo al seglar que había dado la comunión, que como se le había ocurrido obligar a tomar la comunión a la persona oriental y además le había dado dos veces la comunión. El seglar reacciona con agresividad me pone la mano en el hombro y me dice con mucha contundencia que es porque puede ser que en otros países del mundo comulguen de otra manera y cuando le respondo que porque orificio cree él que pueden tomar el Cuerpo de Cristo en otros países, su propia incoherencia, le hace ponerse más agresivo.

Me dirijo al Sacerdote que ha hecho la misa con la intención de informarmarle de la comunión de muchos turistas en el altar mayor, por un problema técnico de tres minutos. El sacerdote sentado ya en un gran sillón de madera no me quiere oír, le comento, que el Guarda Jurado que esta a mi lado me está poniendo su barriga sobre mí cuerpo empujándome, le digo al Sacerdote ¡ Oiga, este vigilante me está quitando el espacio vital y así no puedo hablarle a usted!. El Sacerdote con una hipocresía radical me contesta, que a él no le quita el espacio vital. Esta forma de contestarme,me dice que no quiere hablar con un feligrés como soy yo, que viene a informar sobre la Comunión Sacrílega. Los católicos muy al contrario de lo que nos dice el Papa Francisco, esta claro que no tenemos derecho a hablar y a colaborar sumando dentro de la iglesia y si somos viejos mucho menos.

( su forma de pensar es la muestra clara de que la sociedad española se ha tragado toda la ingeniería social que ha hecho la izquierda para transformar la forma de pensar, esto me asusta porque si estos Sacerdotes tan mayores han asimilado la forma de debate demagógico y los esquemas que se han puesto en funcionamiento durante los últimos años de una forma acrítica, ésto me dice que la iglesia representada por el Cabildo Catedralicio con unos 25 canónigos y una estructura de la Edad Media, que dejo de tener sentido con la Desamortización de Mendizabal, se ve que esta totalmente paralizada y momificada, ni siquiera cumple los principios mas básicos de humanidad con las personas mayores que se proclama constantemente en las Homilías.

La Iglesia no ha sido preparada críticamente y la actitud de este sacerdote miembro del Cabildo que está claro que se niega y que no le interesa para nada mi información sobre el sacrilegio colectivo de dar la comunión a todo el que entre en El Pilar es realmente patético (Esta claro que conocen mis escritos de hace mas de un año y que rechazan visceralmente dialogar conmigo)

Otro sacerdote más mayor que había detrás en otro sillón se levanta muy enérgicamente y dice fuera que lo echen, en ese momento en que la barriga del vigilante jurado ya estaba actuando sobre mi cuerpo para ir echándome ( que humillación mas fuerte, sentir que te echan de esta forma tan zafia y deshumanizada delante de un Canónigo que acaba de hacer la misa y de otro mas mayor y que posiblemente sea el Dean por su timbre de autoritarismo “la actitud de estos responsables del Templo es Clavada a la que se tenia socialmente durante la Dictadura de Franco. Es claramente una actitud Tardo-Franquista”). Tengan en cuenta que mi fisico se parece mucho al del Señor Arzobispo soy muy grueso, muy mayor, muy enfermo y con problemas en las rodillas para andar.

En ese momento y en voz alta les digo si me van a echar de la casa de mi Padre necesito saber sus nombre para poder defenderme cuando menos en los Medios de Comunicación, denme ustedes sus nombre para poder decir en el Heraldo de Aragón, que dos Canónigos se atribuyen la potestad de echar a un católico de la casa del Dios, y les reitero denme ustedes sus nombres. Lo que ya era alucinante para mí, era que aquellas personas no se atrevieran a dar la cara al negar sus nombres, fue para mí un instante de asombro el que por intentar que no haya miles de comuniones sacrílegas a lo largo del año , me quieran echaran de la Basílica del Pilar ( unos días antes un grupo de mineros sindicalistas y muy posiblemente ateos se encerraron durante 24H en el Pilar y comieron, bebieron y fumaron sin que nadie les dijera nada, la Iglesia les tiene miedo a los sindicatos, pero desde luego no tiene miedo a un viejo enfermo al que pueden echar sin contemplaciones de la casa del Padre a empujones y a manotazos. En ese momento decidí no irme de la casa del Padre y de la Virgen del Pilar.

Cuando le digo al vigilante que no me voy de la Casa de Dios, refuerza sus empujones para echarme rápidamente. Yo avanzo unos pasos como puedo hacia los bancos del Altar Mayor, me sujeto a un banco con las dos manos, el guarda intenta torcer mis piernas para hacerme caer al suelo y así soltarme del banco.

Toda esta acción que se ha desarrollado en unos minutos, ha dado tiempo a que posiblemente el Dean y el Canónigo que hizo la misa llamaran a la policía nacional y a la policía Local.

En cuanto el guarda jurado ve a cuatro policías nacionales a nuestro lado y a cuatro policías locales al otro lado que se presentan en ese instante, deja rápidamente de maltratarme. 

Le digo a la Señora de la policía nacional que si también me van a pegar y que sepan que no tienen autoridad dentro de la casa de mi Padre para echarme fuera, me dice la Agente nacional que ciertamente no puede actuar en el Pilar pero que si alguna persona de autoridad se lo solicita tendrán que hacerlo. Le digo que informen al Delegado del Gobierno que me declaro en huelga de hambre y que le informen también de que mi estado de enfermedad no hace posible que yo aguante mas agresiones sobre mi cuerpo, que le informen de que tengo dos carreras universitarias y dos oposiciones y que soy funcionario jubilado por enfermedad.

Le comento igualmente a la agente de la policía local que le digan exactamente lo mismo al señor Alcalde de Zaragoza. Me comentan todos los policías que nunca me van a tocar pero que si grito se verán obligados siempre con el permiso de la autoridad del Pilar a sacarme fuera. Les contesto que la única posibilidad de que yo gritara, seria si se diera la misma situación que se había dado momentos antes, cuando un guarda jurado ejerciendo una agresividad no propia de un Centro Católico, me había provocado un enorme dolor al tratar de sacarme a la fuerza de la casa de Dios.

Les continuo diciendo que he venido a escuchar misa de 6 de la tarde y que lo voy a hacer ya que en caso contrario deben informar que me declaro en huelga de hambre y que yo llamare telefónicamente a los medios de comunicación para darles la noticia.

Los 8 policías que me rodean no me impiden el acercarme al Altar Mayor para oír la misa que ha empezado hace 10 minutos, sigo la misa, pero los cuerpos de seguridad, el vigilante, sacristán y varios miembros del Cabildo se quedan hablando y les oímos todos, los cientos de personas que estamos en misa, que están preparando una injuria para justificar el haber dado dentro de la sacristía la orden de mi expulsión de la casa de Dios, tratan de justificar la violencia del vigilante jurado y a la policía se le escucha decir que apenas vieron nada cuando llegaron. Todo esto se basa en el hecho de que yo les había asegurado que tal vez iva a denunciar en los juzgados el trato recibido y a los que me echaron de la casa de Dios sin tener ningún motivo ni autoridad para ello y haciendolo de una forma brutal.

Cuando constato que se esta preparando una declaración en falso y sin importarles ser perjuros. Lo estan haciendo en la misma casa de Dios sin ningun reparo  y en la que intervenen, desde miembros significados del Cabildo, fuerzas de seguridad, vigilantes jurados y sacristanes. 

Viendo que no les importa ser perjuros ante la Justicia del Estado y que se esta preparando ante mis oídos y mis ojos, incluso una prevaricación con dolo es cuando, desde mi banco, donde oigo misa hago un siseo fuerte para hacerles entender que están en la casa de Dios, que estamos en misa y que están preparando el peor de los pecados que es faltar a la verdad, porque soy una persona mayor contra la que no tienen el mas mínimo reparo de ser perjuros contra mi (Estoy seguro que no lo harian contra un sindicato). A los pocos minutos se marchan todos juntos  (supongo que a continuar hablando fuera del Templo)